viernes, 3 de enero de 2014

Aprende a escuchar

Aprende a escuchar, no sabes cuánto bien puedes hacerle a las personas y cuánto bien te puedes hacer a ti mismo.

Escucha con atención cualquier cosa que te quieran comentar, sobre todo, si se trata de un familiar, un amigo, compañero de trabajo, o cualquier persona que convive contigo. 

En ocasiones el que tiene problemas no cuenta con alguien que sepa escucharle, o peor aún, el que tiene problemas no puede escuchar consejos porque está aturdido. En estos casos si confías en la persona que te escucha, solo haz lo que te dice. Si te dice ve a tal hora a tal lugar de lunes a viernes, así hazlo porque esa persona tiene otra perspectiva, es alguien que te quiere ayudar y es alguien en quien confías.

En otras ocasiones las personas exitosas, así como los adolescente o los jóvenes inmaduros, no escuchan a nadie, sienten que todo lo pueden, que todo lo saben, que son los más lógicos; lo que no saben es que la gente sigue diciendo que están locos. La euforia, el exceso de seguridad, la arrogancia, o lo que sea, no les permite escuchar a los demás y por ende pueden tener tropiezos, problemas o perderse de cosas importantes; por no saber escuchar.

En caso de que la persona de éxito tenga un problema de cualquier tipo, lo mas triste es que no tenga a alguien quien lo sepa escuchar de verdad, ya que generalmente tendrá a su alrededor a muchas personas por interés, personas acostumbradas a estar con ellos en las buenas únicamente.

Cuando escuchas a un amigo con problemas le estás ayudando a desahogarse, a relajarse, a meditar, eso es lo importante, no lo interrumpas exponiéndole ejemplos o dándole exceso de consejos, es mejor que él encuentre su propia respuesta o mejor aún, reflexiona en silencio poniéndole mucha atención para que puedas dar el mejor consejo, ya que en ocasiones es solo un consejo, una instrucción sencilla lo que necesita.

Otro caso es cuando la persona no tiene problemas si no al contrario, está feliz por un logro obtenido, también es importante que lo escuches, que le pongas atención aunque repita mil veces cómo le hizo para burlar a dos defensas y meter ese gol, porque no te está presumiendo, está compartiendo contigo ese logro, eres alguien muy importante para él o ella y le ayudas a desahogar esa euforia. Muchas veces no le damos importancia al logro de la pareja, amigos o hijos por ejemplo, y claro, se irá a festejar con otros y podemos alejar a personas que nos quieren de verdad.

Bueno, el caso es que es muy importante saber escuchar, de hecho los psicólogos cobran por hacerlo.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Así somos.

Terrible y decepcionante la actuación de nuestros gobernantes que por lo general demuestran que trabajan para beneficio propio y no dan prioridad a las demandas del pueblo y al cuidado de los recursos, pero no todos expresamos nuestro descontento.

Por ahí comentan que somos agachones y que no todos expresamos nuestra inconformidad ¿Será porque también tenemos algo de culpa? Hay que reconocer que entre nuestros conocidos y algunos de nosotros mismos no somos honestos. Tal vez por eso no somos tan exigentes.

Es clásico escuchar: "si el gobierno roba, ¿por qué yo no?"  Y es que no podemos negar que no solo en el gobierno pasa esto, también en la iniciativa privada es común ver a la persona que toma papelería para la tarea de sus hijos, o abusar de la gasolina y vehículos a su cargo, imprimir trabajos propios, desperdiciar el tiempo que están cobrando, piratear clientes de la empresa, etc., todo esto sin remordimiento alguno. Eso es una vergüenza pero es lo que a diario pasa en empresas y dependencias.

Por otro lado es justo expresar que muchos de nosotros somos gente de paz que prefiere no meterse en problemas, pasividad de la cual abusan los que están en el poder.

Si de verdad somos honestos en nuestra vida diaria de manera natural estaremos exigiendo a nuestros gobernantes poner de su parte; de hecho los gobernantes provienen de la sociedad.

¿De verdad todos nos esforzamos por un México mejor?

martes, 13 de agosto de 2013

Somos como perros y gatos.

Los ciudadanos de éste y muchos otros países somos como perros y gatos, seguramente, es nuestra naturaleza, porque siempre tenemos que estar peleando los unos con los otros y no podemos convivir en paz. 

Por eso creo que los dueños (muchos que conozco) o tienen perros, o tienen gatos; rara vez ambos.

Desgraciadamente o afortunadamente un país tiene ciudadanos perros y ciudadanos gatos, por eso los gobernantes la tienen muy difícil, ya que por más esfuerzo que haga siempre van a tener a sus gatos y perros peleando.

Por sí eso no fuera poco los gobernantes no se comportan como dueños de la casa, ya que por lo general no ponen especial interés en lograr el bienestar de sus perros y de sus gatos, como quien dice, no son hogareños. Así qué nuestros gobernantes también se comportan como perros y gatos.

Para qué esta situación cambie deberíamos pensar en la casa (país) como una buena familia, cosa que está muy difícil. Sigamos siendo entonces perros y gatos.

sábado, 8 de junio de 2013

Prueba de entrada con la app blogger.

Muy fácil, cómodo y sobre todo accesible para publicar lo que quieras, donde quieras y cuando quieras! Very good. I like it!

Además subí una foto muy retefácil! Muy padre esta onda. Por su atención, muchas gracias.

Muy buena y sencilla la app de blogger para iOs.

viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Te gusta la mala vida?

De la película "Dos por el dinero" con Al Pacino y Matthew McConaughey me gustó una escena en donde se reúnen apostadores anónimos. Ahí hablan de que los ludópatas son personas anómalas. Cito textualmente:

"Eres anómalo, como un automóvil malo, hay algo muy defectuoso en ti; y en ti y en ti y en mi, todos los de este cuarto, todos somos anómalos. Nos vemos como los demás pero lo que nos hace diferentes es nuestro defecto. ¿Saben? Cuando los apostadores van a apostar, van a ganar; cuando nosotros apostamos vamos a perder, inconscientemente. Yo, nunca me he sentido mejor, más vivo que cuando se están llevando las fichas, ¡no trayéndolas! Y todo el mundo sabe de qué hablo. ¡Rayos, hasta cuando ganamos! Es solo cuestión de tiempo para que lo devolvamos todo. Pero cuando perdemos, esa es otra historia. Cuando perdemos, y hablo del tipo de pérdida que hace que el ano se encoja hasta ser del tamaño de un punto decimal. Saben de qué hablo; recrearon la peor pesadilla posible, además del cáncer maligno ¡por la veinteava maldita vez! Y están parados ahí y de repente se dan cuenta, ¡Hey, aún estoy aquí! ¡Estoy respirando, estoy vivo! Los anómalos arruinamos las cosas a propósito por que necesitamos constantemente recordar que estamos vivos. El apostar no es tu problema, es la maldita necesidad de poder sentir algo; de covencerte de que existes."

 Es muy fuerte esto pero se pueden adaptar a muchas otras situaciones que no sean apuestas necesariamente... ¿O siempre apostamos? Se nota que apostamos cuando reiteradamente caemos en fracasos. Creo que abrir un nuevo negocio, iniciar una relación es igual a apostar. Volvemos a fracasar porque no valoramos el momento feliz que estamos viviendo y nos dejamos llevar por la euforia sintiendo que eso nuca va a terminar descuidando los detalles o estrategias que nos llevaron a estar "ganando".

Considero los siguientes puntos como algunos ejemplos:

   * Recuperarse de equis enfermedad nos confiamos y vamos consintiendo antiguos hábitos pensando en que no nos van a volver a afectar.

   * Recuperarse de deudas y estar tan feliz que no reparar en gastos y volver a caer.

   * Recuperarse de relaciones tormentosas o de infidelidades y después de algún tiempo volver a caer en los mismo.

   * No ser consciente de los fracasos anteriores y no tomar suficientes precauciones al abrir negocios e ir de fracaso en fracaso.

   * Fumar un cigarro después de haber logrado dejarlo unos días y recordar lo mal que se siente fumar, o tomar sin control y recordar lo mal que se siente la cruda física y moral para recordar que sigues vivo.

Definitivamente debemos agradecer cuando nos encontramos plenos y pensar como mejorar o mantenernos así, sin dejarse llevar por la euforia dejando de valorar y descuidando lo que realmente vale la pena.

"Cuando ganas presionas, no te duermes en tus laureles."

jueves, 18 de agosto de 2011

Chiste

Le habla un gay a su pareja:

- Riiiiiinnnnnnn!!! Riiiiiiiiiiiinnnnnnn!!! Rin Rin Rin ASH!! Rrrriiinnnnn!!

-jalo!!!???

-Oye gordo no se te olvide que hoy te toca ser el hombre eh???

- Bueno, pues cuando llegue quiero ver toda la casa limpia, comida caliente, mi ropa planchada... Y pones unas chelas en el refri que voy a ir con los cuates a ver el fútbol!!!

martes, 24 de mayo de 2011

La felicidad está en todas partes.


Los cahuices o cahuixes o cauices o X'kaus (sinceramente no sé ni cómo se escribe) son los pájaros más comunes y corrientes en mi ciudad, son casi una plaga. Aunque no creo que a muchos molesten no pensé que pudieran dar alegría a alguien.

No es por presumir pero mi sobrina de 4 años parece una princesa, pero más bonita que las de los cuentos y la luz que despide su rostro demuestra la alegría por todo lo que va descubriendo.

Solo una mente limpia y buena como la de mi sobrina podría descubrir la felicidad en los pájaros antes mencionados. Resulta que mi sobrina sale en la mañana al jardín de su casa y descubre que unos cuantos cahuices están posados en un arbolito. Corriendo de alegría va a decirle a su papá:

- ¡Papá papá! ¿ya viste los pajaritos que están en el jardín? ¿Son míos, verdad?

Bueno eso puede parecer muy gracioso pero es la verdadera felicidad; poder disfrutar lo que la naturaleza nos da. De hecho pienso que esa es la felicidad que sienten los monjes que viven alejados de las zonas urbanas disfrutando todo lo natural que encuentran a su paso.

Otro punto para ser feliz es poder disfrutar algo que no sea nuestro, puede ser que no podamos comprar un auto pero lo podemos rentar, ir a un buen hotel, ir a un buen restaurante, etc. El punto es disfrutarlo en el momento sin querer ser dueños de todo. Hay que recurrir a la imaginación.

Ya para terminar les platico que en el momento que estaban llevando a mi sobrina a la escuela pasaban por un parque y vio a “sus pájaros” y le dice a su papá:

- ¡Mira papá! Mis pajaritos me están acompañando a la escuela.